Los Bancos y cajas tenían la obligación de detallar al Banco de España las medidas que piensan tomar para cumplir con las exigencias del último real decreto financiero para el saneamiento de balances y fusiones, hasta llegar a esas provisiones extra de 52.000 millones de euros para sanear los activos inmobiliarios dañados.
La reforma financiera diseñada por Luis de Guindos, ministro de Economía, obliga a las entidades a realizar saneamientos por valor de 52.000 millones para limpiar sus activos inmobiliarios. Aquellas entidades que no puedan lograrlo antes de final de año —como exige la norma— o no puedan hacerlo en solitario comunicaron al organismo dirigido por Fernández Ordóñez que su futuro pasa por fusionarse con otra entidad. Entonces, y antes del próximo 31 de mayo, deberán informar de los detalles técnicos de la integración y en septiembre deberá cerrarse. Con ello, tendrían un año más de plazo para aumentar provisiones y capital.
La mayor parte del saneamiento la deberán cubrir las propias entidades a través de la capitalización de beneficios, aplicación de reservas, ampliaciones de capital y ventas de activos, entre otras fórmulas. Además, las nuevas entidades cuentan con las emisiones de participaciones preferentes.
El nuevo entorno bancario, que se espera que sea claramente antes del verano ya que es fecha límite para comunicar con quién se fusionarán aquellas entidades que así lo hayan decidido,, deberá contar pues con entidades más grandes, más sólidas, más eficientes y con una red de distribución más ajustada a la dimensión del negocio (todo ello será bueno para que se restablezca el flujo del crédito hacia la economía).
El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín sostiene que después de la consolidación bancaria española tendrá que venir una en el ámbito europeo, con lo que el proceso se puede alargar entre cinco o seis años más, y solo se podrár considerar un éxito si las entidades viables salen reforzadas. Las que sobrevivan, volverán a buenos y sólidos resultados.
Bankia, que necesita 5.070 millones para cumplir con la norma, es una de las entidades que centra todas las atenciones. El sector considera que el éxito de la reestructuración del mapa bancario español pasa por el futuro de esta entidad. Por supuesto que el presidente de la entidad, insiste en que podrá alcanzar esa cifra por sí sola, sin necesidad de fusionarse con otro banco o caja.
Novagalicia Banco, otra de las entidades nacionalizadas, comunicó también al supervisor que quiere seguir en solitario, a pesar de que en el sector se da por hecha su subasta. Para ello, planteó sacar a concurso al menos un 20% de su capital entre inversores institucionales y rebajar así del 10 al 8% las exigencias de capital con el fin de cumplir sus requerimientos. Ahora, el supervisor, tiene 15 días para aprobar, modificar o rechazar todos estos planes.
