SIP Caja Cantabria, Cajastur y Caja Extremadura

Tras la expulsión de la CAM y la trunca integración en Banco Base, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura han presentado al Banco de España la reedición de su integración a tres bandas.

Bajo un nuevo proyecto que contempla un Sistema Institucional de Protección (SIP) para cumplir con las nuevas exigencias de capitalización establecidas por el Gobierno estas tres cajas han dado un paso más para su integració, ya sin Caja mediterráneo que ha creado el Banco CAM.

A diferencia de la entidad expulsada, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura no pedirán recursos públicos al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para cumplir con los requisitos de solvencia establecidos por el Decreto de Reforzamiento del Sistema Financiero.

La nueva integración contará con un volumen de activos de 56.000 millones de euros repartidos de la siguiente forma:

  • Cajastur aportará las dos terceras partes (38.000 millones)
  • Caja Cantabria aportará 11.000 millones (19%)
  • Caja Extremadura, 9.000 millones (16%)

Por su parte, la CAM también debe presentar su proyecto al Banco de España y detallar la solicitud de fondos públicos por importe de 2.800 millones, tal y como anunció tras el naufragio de Banco Base, al tiempo que busca un socio estable para el futuro.

El SIP de tres patas se debe a que las asambleas de estas tres cajas rechazaron econ la CAM para dar fruto a Banco Base debido a los problemas de solvencia de la entidad alicantina, y dieron por tierra la creación del tercer mayor grupo de cajas porque no estaban dispuestas a emprender un proyecto abocado a la nacionalización desde su nacimiento por culpa de la morosidad y exposición al ladrillo de la CAM, que habían disparado la solicitud de recursos públicos.

Recordemos que Banco Base había solicitado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) 2.784 millones de euros para cumplir con las nuevas exigencias de capital, lo que suponía casi duplicar las necesidades de 1.447 millones de euros identificadas por el Banco de España.

Este pedido transformaba a Banco Base con ayudas por 4.231 millones de euros, en una entidad financiera que tendría al Estado en el mayor y principal accionista.

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