Si tienes hijos o sobrinos con algo de dinero ahorrado quizá en una hucha de lata o en una cajita guardada en el cajón, este año te interesa mirar con calma las cuentas infantiles. Vuelven a primera fila en la banca española y no es casualidad. Las entidades saben que captar al cliente joven es plantar una semilla que puede dar frutos dentro de diez o quince años. Por eso están lanzando productos con menos fricción, más control para los padres y facilidad para que los menores aprendan a manejar dinero desde temprano. Te lo voy a contar directo, paso a paso y sin adornos innecesarios.

Qué están ofreciendo los bancos para menores en 2025
Hoy el mercado está bastante más claro que hace unos años. La mayoría de bancos permite abrir una cuenta infantil para menores de entre 0 y 17 años acompañados por padre madre o tutor. Lo más importante para ti como adulto es que en su mayoría son cuentas sin comisiones, tanto por mantenimiento como por apertura. Esto es lo que de verdad marca la diferencia porque no tiene sentido enseñar a un menor a ahorrar para que después el banco se quede parte por gastos recurrentes.
También está el tema de la tarjeta. Cada banco fija una edad mínima pero lo habitual es que la tarjeta de débito pueda activarse a partir de los 12 o 14 años. Antes de eso la cuenta sirve como depósito para sus ahorros o para recibir dinero de cumpleaños familiares o incluso becas. Cuando llega la adolescencia la tarjeta da ese punto de autonomía controlada. Es útil para que aprendan a comprar solo lo que pueden permitirse no lo que desean en un impulso.
Otro detalle importante es que casi todas permiten control parental desde la app. Puedes revisar movimientos autorizar pagos limitar importes e incluso bloquear la tarjeta si fuese necesario. A muchos padres esto les da tranquilidad porque los menores empiezan a moverse con dinero pero no quedan sin supervisión. La banca quiere que la experiencia sea educativa y segura. No se trata de que el niño gaste sin medida sino de que aprenda con guía.
Algunas entidades además están ofreciendo pequeños incentivos de bienvenida. Bonificaciones por apertura saldo inicial duplicado o remuneración por ahorro acumulado. No es algo enorme tampoco es un regalo fijo asegurado pero para muchas familias es un empujón agradable que puede motivar a usar la cuenta como herramienta de ahorro real. Lo clave aquí es no abrir una cuenta solo por la promoción sino porque encaja con lo que quieres enseñar y con cómo quieres que el menor gestione dinero los próximos años.
Qué tener en cuenta antes de abrir una cuenta infantil
Lo primero es mirar comisiones con lupa. Si hay gastos ocultos desconfía. Una buena cuenta infantil en 2025 se entiende en una frase simple. Entrada gratis uso gratis tarjeta gratis. Si hay letra pequeña léela dos veces. Recuerda que el objetivo no es crear un coste nuevo sino facilitar el ahorro sin pérdida de dinero.
Lo segundo es pensar en la edad y el uso que va a darle el menor. Si tiene seis años no necesita tarjeta quizá ni Bizum. Si tiene quince sí le conviene una herramienta más completa. No es lo mismo una cuenta pensada para guardar dinero que una pensada para utilizarlo. Lo ideal es que puedas avanzar sin cambiar de banco según crezca. Una cuenta infantil que evoluciona a juvenil cuando cumple los dieciséis o dieciocho años te ahorra trámites futuros y le da continuidad al aprendizaje.
También conviene revisar la facilidad de ingreso. Si puedes transferir desde tu cuenta sin coste. Si permite recibir becas o ayudas mejor. Si puedes automatizar un pequeño aporte mensual desde tu cuenta incluso algo simbólico mucho mejor todavía. Esto último crea hábito y el hábito es la base del ahorro real. Lo que se repite se consolida.
Por último valora la app. Una aplicación sencilla es clave para que el menor entienda lo que tiene lo que gasta y lo que puede ahorrar. Una interfaz compleja desmotiva. La app debe permitir ver saldo movimientos y si puede tener metas de ahorro visibles más fácil será que se implique. Una cuenta infantil no es solo un producto bancario es una herramienta educativa y su valor no está en la tarjeta sino en el aprendizaje que permite.
Si lo piensas bien la gran ventaja de 2025 es que ya no necesitas una cuenta complicada para que tu hijo aprenda a gestionar dinero. La banca ha simplificado el acceso y tú puedes usarlo como trampolín financiero. Hoy puedes conseguir una cuenta gratuita con tarjeta opcional, control parental online y capacidad de ahorro real. No es una moda es una oportunidad.