Seguro que alguna vez has mirado tu extracto y has pensado: esto no lo esperaba. Pasa más de lo que crees. Las comisiones bancarias en España han subido y lo curioso es que muchas veces no somos conscientes de lo que pagamos. La comisión de mantenimiento media ya se acerca a los 160 euros al año y en algunas cuentas puede llegar hasta los 240 euros si no cumples las condiciones que te exige la entidad.

¿Cómo detectar si tu banco te está cobrando de más? Hay varias señales que no conviene pasar por alto.
- La comisión de mantenimiento de tu cuenta es superior a la media y no ofrece nada especial a cambio.
- Cuando tienes un descubierto, además de los intereses te aplican una comisión fija de reclamación que dispara el coste real.
- Te están cobrando más por las transferencias inmediatas de lo que pagan por una ordinaria, algo que no debería suceder.
- Tu banco te obliga a domiciliar nómina, pensión o contratar productos extra solo para evitar las comisiones, condiciones que cada vez son más duras.
- Detectas nuevos cargos por servicios que antes no te cobraban, como el uso de la tarjeta, alertas o gestiones simples.
Qué pasos puedes dar para no perder dinero
Si ya sospechas que estás pagando demasiado, lo primero es comparar tu cuenta con lo que ofrecen otras entidades. Hay bancos que no cobran comisiones o que solo te piden requisitos fáciles de cumplir. Esa comparación te da una referencia muy clara.
Después revisa bien las tarifas oficiales de tu banco. Están publicadas en su web y ahí ves cuánto cuesta cada servicio. Puede que te sorprenda descubrir comisiones que ni sabías que existían.
También merece la pena preguntar directamente a la entidad. A veces tienes condiciones que no aprovechas, como usar la tarjeta un mínimo de veces al mes para librarte del mantenimiento.
Si la respuesta no te convence, considera cambiar de banco. Hoy hay opciones digitales y tradicionales que ofrecen mejores condiciones y no tienes por qué quedarte atado donde estás si no te cuidan como cliente.
Por último, controla tus movimientos de manera habitual. No se trata de pasarse horas, basta con revisar el extracto cada mes. Así detectas cargos inesperados y puedes reclamar si no estás de acuerdo.
Al final no hablamos de céntimos, sino de cientos de euros al año que puedes ahorrar solo con estar un poco más pendiente. Y ese dinero seguro que lo aprovechas mejor en otra cosa que en pagar comisiones que no tienen sentido.