Si trabajas por tu cuenta, sabes que tener un banco que te entienda es casi tan importante como tener clientes. Porque una cosa es ser autónomo y otra muy distinta es que la banca sepa realmente lo que necesitas. En 2025 las entidades se han puesto las pilas con productos más adaptados, pero aún queda camino. Hoy te cuento lo que ofrecen los grandes bancos y lo que todavía se les escapa, para que elijas con cabeza dónde poner tu dinero.

Qué ofrecen los bancos a los autónomos
La buena noticia es que la banca tradicional empieza a moverse. En los últimos meses varios bancos han lanzado cuentas específicas para profesionales por cuenta propia. Prometen cero comisiones de mantenimiento, tarjetas sin coste, transferencias gratis y, en algunos casos, incluso una pequeña remuneración por el saldo en cuenta. También están incorporando servicios que van más allá de lo básico, como herramientas para emitir facturas, gestionar cobros con tarjeta o integrar los movimientos bancarios con programas de contabilidad. Es decir, buscan convertirse en algo más que un lugar donde depositas dinero.
Otro punto a favor es que algunas entidades ofrecen ventajas adicionales si domicilias la cuota de autónomo o los principales recibos. Bonificaciones anuales, seguros gratuitos durante un tiempo o condiciones especiales en productos de financiación son algunos ejemplos. Y no hay que olvidar el valor de tener una red de oficinas y asesores disponibles, que sigue siendo importante para muchos.
Sin embargo, no todo es tan bonito como parece. Aunque las ofertas sean atractivas, suelen venir con letra pequeña. Muchos bancos piden requisitos para mantener las condiciones, como domiciliar ingresos mínimos o contratar productos adicionales. Si no cumples, las comisiones aparecen sin previo aviso. Por eso conviene leer con calma y no quedarse solo con el titular.
Qué no ofrecen (y lo que conviene revisar)
El principal problema sigue siendo la rigidez. Las grandes entidades aún no han entendido del todo que el autónomo necesita flexibilidad. La mayoría de cuentas “sin comisiones” dependen de condiciones muy concretas. Si un mes tus ingresos bajan o no cumples con la facturación exigida, las ventajas desaparecen. Además, aunque las cuentas sean gratuitas, otros servicios como el TPV, los anticipos de facturas o las transferencias internacionales pueden salir caros.
Otro aspecto mejorable es la atención personalizada. Los bancos tradicionales suelen centrarse más en grandes empresas o particulares con alto nivel de ingresos. Para el autónomo, muchas veces, la respuesta es un servicio estándar. Y cuando surge un problema, los canales de atención no siempre son ágiles. A eso se suma que las fintech y los bancos digitales están ofreciendo soluciones mucho más rápidas y pensadas para este perfil, lo que pone presión a los grandes.
Hay un punto clave: las condiciones de financiación. Conseguir crédito siendo autónomo sigue siendo complicado. Las exigencias de avales, garantías o historial son altas. Aunque hay líneas específicas, el proceso sigue siendo más lento y burocrático que en otros segmentos. En resumen, la banca ha avanzado, pero aún no está tan cerca del autónomo como presume.
Cómo elegir el banco que realmente te conviene
Aquí lo importante no es elegir el banco más famoso, sino el que mejor se adapta a tu negocio. Antes de decidir, piensa en tus necesidades reales. ¿Usas TPV? ¿Cobras en efectivo o por transferencia? ¿Haces operaciones internacionales? ¿Necesitas crédito frecuente?
Con esas respuestas, compara. Busca una cuenta sin comisiones de mantenimiento ni administración, y que no te obligue a domiciliar ingresos mínimos imposibles. Revisa las condiciones de los productos asociados, sobre todo el TPV y las tarjetas. Y no olvides probar la app y la banca digital, porque hoy casi todo pasa por ahí. Si un banco tiene buena tecnología y atención rápida, te ahorrará mucho tiempo.
Un consejo práctico: prioriza los bancos que te permitan separar lo personal de lo profesional. Abrir una cuenta exclusiva para tu actividad te facilitará la gestión contable, te ayudará a tener una visión clara de tus ingresos y gastos, y será esencial si algún día necesitas justificar tus movimientos ante Hacienda.
En definitiva, la banca para autónomos en 2025 está más avanzada que hace unos años, pero aún tiene margen para mejorar. Lo importante es que elijas bien, que no te deslumbres con las ofertas y que mires si lo que prometen se adapta a tu día a día. Porque de poco sirve una cuenta “sin comisiones” si acabas pagando por cada servicio adicional.