Cuando abres una cuenta en un banco solo piensas en “mi dinero está seguro”, “tengo tarjeta”, “puedo operar”, y todo eso es cierto. Pero en 2025 se ha hecho evidente que existe un grupo de clientes que tienen atención preferente, condiciones especiales y hasta servicios de lujo solo por su volumen de negocio, sus ingresos o su patrimonio. Y mientras ves esas ventajas, quizá no te hayas planteado: ¿qué me diferencia de ellos? ¿cómo pueden ellos recibir ese trato y yo no? Y más importante: ¿quiero ser de los que reciben esas ventajas? Porque si lo quieres, debes saber qué banco las ofrece y qué condiciones piden.

Cómo los bancos definen quién merece prioridad
Los bancos ya no se conforman con “cliente”, quieren cliente rentable, cliente vinculado, cliente que aporte. En el caso de la entidad Banco Santander, por ejemplo, se ha activado el segmento “Select” para clientes con patrimonio superior a 100 000 euros o nómina mayor de 3 000 euros, que incluye acceso a salas VIP, servicios de chef a domicilio, condiciones preferentes en préstamos y cuentas sin comisiones. Este tipo de propuesta muestra que el criterio no es solo cuánto dinero tienes — es cuánto estás dispuesto a movilizar, mantener y operar.
Y no es solo Santander. Otra entidad, Deutsche Bank, ha lanzado en 2025 su programa Premium DB dirigido a perfiles con ahorro e inversión entre 50 000 y 500 000 euros, ofreciendo asesoramiento personalizado, depósitos con rentabilidad de hasta el 3 %, hipotecas mejoradas y otros servicios “privilegiados”. Eso significa que la barrera ya no es tan altísima como la banca privada tradicional, pero sigue siendo relevante.
Por tanto, la prioridad se construye con varios elementos: volumen de activos o ingresos recurrentes, vínculo en productos del banco (inversión, ahorro, seguros), frecuencia de operaciones, y comportamiento financiero estable. Si cumples esos requisitos, accedes a servicios que la mayoría de clientes “estándar” no tienen o tardan en tener.
Qué ventajas obtienen los clientes preferentes y cómo puedes acercarte a ese nivel
Si eres cliente seleccionado, entras en otro mundo: cuentas sin comisiones de mantenimiento, mejores tipos en hipotecas o préstamos, asesoramiento especializado, invitaciones a eventos, beneficios extra como salas VIP, seguros premium, atención directa y rápida. Por ejemplo, entre los servicios ofrecidos están tarjeta de crédito con condiciones mejoradas, devolución de porcentaje en compras, acceso a productos de inversión con comisiones reducidas, y el tan deseado gestor personal. Todo eso crea la sensación de “trato especial”.
Ahora bien, ¿cómo puedes aproximarte a ese nivel? Primero, revisa qué productos del banco usas. Si solo tienes una cuenta corriente y poco más, es difícil que te ubiquen como cliente prioritario. Si, en cambio, tienes cuentas, inversiones, seguros, mantenimientos de saldo elevado, operaciones frecuentes… se incrementan tus posibilidades. Segundo, vincula más productos, pero ojo, sin lanzarte sin criterio, porque el banco valorará tu compromiso y tu actividad. Tercero, conversa con tu banco: pregunta por programas “premium”, segmentos Select, requisitos para acceder, las condiciones. Muchas veces esos programas existen y basta cumplir un par de requisitos que quizá desconocías.
Sin embargo, también existe el otro lado de la moneda: los clientes que quedan “estándar” o peor, que sienten que el banco los descuida. Pueden ser aquellos con ingreso bajo, sin productos vinculados, pocas operaciones. En 2025 los bancos están concentrando esfuerzos en retener y fidelizar clientes rentables, y dedicar menos recursos a quienes aportan menos. Eso significa que la espera al teléfono es mayor, la atención menos personalizada, los tipos de interés para depósitos más bajos, y los incentivos prácticamente nulos.
¿Quiere decir esto que si no eres cliente preferente estás en desventaja? No necesariamente, pero sí que debes ser consciente de la realidad: en el mercado bancario actual la prioridad es un producto que se gana, no que se te regala. Si te lo toman como objetivo puedes mejorar tu posición, pero si no te mueves, puedes quedarte en el escalón básico sin saber por qué.
Los bancos no adoran a todos sus clientes por igual. Si ves ventajas extraordinarias en algunos perfiles, por lo general es porque existen criterios definidos para recibirlas. Tú puedes alinearte con esos criterios: usa más productos del banco, mantén saldo, participa, pregúntalo. Y aunque quizá no necesites todos los servicios de lujo, conocer cómo funciona la “prioridad bancaria” te permite decidir si quieres escalar a ese nivel o simplemente aceptar que estás en el nivel estándar. Sea cual sea tu camino, mejor hacerlo con conocimiento.