Banco Sabadell incrementa su beneficio un 58,6% en el primer trimestre de 2025

Un primer trimestre que cambia las reglas del juego

El arranque de 2025 le ha sentado de maravilla al Banco Sabadell. Y no hablamos de un buen trimestre sin más, hablamos de un auténtico subidón en los resultados que ha sorprendido incluso a los analistas más optimistas. El beneficio neto ha llegado hasta los 489 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 58,6 % respecto al mismo periodo del año anterior. Así, sin rodeos.

No solo eso. La rentabilidad sobre el capital tangible —el famoso ROTE— se ha colocado en el 15 %, un nivel que hace tiempo no se veía en la entidad. ¿Y cómo lo han logrado? Pues combinando varios factores: menos provisiones (han bajado más de un 29 %), menos morosidad (ahora está en el 2,67 %) y, en general, una gestión mucho más afinada del negocio.

Es verdad que el margen de intereses ha caído un poquito, un 1,3 %, pero aún así se mantiene fuerte, superando los 1.200 millones de euros. Nada mal teniendo en cuenta el contexto. Porque hay que recordar que estamos en un momento donde los tipos empiezan a moverse y no todo es previsible.

Más clientes, más crédito… y más dividendo

Pero la historia no acaba ahí. Sabadell ha seguido ganando terreno en su actividad comercial. Ha prestado más, ha captado más ahorro y ha fidelizado mejor. Los créditos han crecido un 5 %, con un empujón importante en hipotecas y préstamos al consumo. Y los depósitos, en plena competencia por captar ahorro, han subido más de un 14 %.

A nivel estratégico, esto refuerza su narrativa de solidez. Y no es casualidad que esta buena salud financiera llegue justo ahora, cuando BBVA ha lanzado una OPA hostil para intentar hacerse con el control del banco. Una jugada que ha encendido todas las alarmas.

La dirección de Sabadell no se ha quedado callada. De hecho, han aprovechado este momento para anunciar una retribución al accionista contundente: 1.300 millones de euros con cargo a 2025, lo que sumado a lo previsto en 2024 eleva la cifra total hasta los 3.400 millones. Un mensaje claro: el banco no está en venta y tiene músculo de sobra para seguir por su cuenta.

La reacción del mercado también dice mucho. Mientras BBVA valora las acciones del Sabadell en 2,48 euros, la cotización ya supera los 2,60. Es decir, los inversores confían en que el banco puede valer más, por sí solo, que dentro del grupo rival. No es solo un tema de números, es una cuestión de proyecto.

Y aquí es donde se está jugando la verdadera partida. Porque más allá de los titulares, lo que hay en el fondo es una entidad que ha mejorado sus cuentas, ha ajustado sus costes, ha fidelizado a sus clientes y ha sabido hacer frente a un entorno complejo con decisiones acertadas. Justo lo que hace falta para mantener la independencia… y el control del futuro.