Caixanova prefiere la independencia en plena ‘fiebre’ por poner fusiones en marcha

En plena discusión sobre la necesidad de movimientos de concentración en la banca, cuando incluso el propio presidente del Gobierno los espera, existen voces discordantes que, a pesar de la crisis, prefieren aguantar la tormenta en solitario. Y para más ‘inri’, provienen del sector más delicado, aquél que parece irremediablemente abocado a fusionarse: el que agrupa a las cajas de ahorros.

Es el caso del presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, que discrepa de quienes, como el propio vicepresidente de la Xunta , Anxo Quintana, valoran positivamente la posibilidad de fusión de las cajas de ahorro de este territorio, y frente a estos posicionamientos señala que lo mejor es que se mantenga la actual situación de competencia. «A Galicia le conviene que haya dos cajas de ahorros y que compitan por hacerlo cada vez mejor» indica Fernández Gayoso, argumentando que «para el progreso en la prestación de servicios el mejor motor es competir».

Tras reiterar que «eso es lo que conviene a las familias, a los empresarios y tanto al sector público como al privado», el presidente de Caixanova destaca que las cajas gallegas «están entre las más grandes del país». Añade, además, que son dos modelos «diferentes pero complementarios», y valoró que ambas están «muy bien gestionadas» y su continuidad es imprescindible para mantener los niveles de competitividad «no solo en el mundo financiero sino también en el ámbito social».

Excepción

Sin embargo, al menos por ahora, la opinión de Fernández Gayoso es única en el panorama de las entidades de ahorros nacional. No en vano, hay varios procesos de concentración en marcha, amén de los que traerá la actual coyuntura. El más conocido de ellos es el que ya toma forma en el País Vasco. BBK (Vizcaya) y Kutxa (Guipúzcoa) ‘pasarán’ por ahora de Caja Vital (Álava). Es sólo cuestión de tiempo que se unan y el resultado será la tercera caja del país por beneficios y fondos propios -tan sólo por detrás de las dos grandes, La Caixa y Caja Madrid– y la cuarta por activos, superada también por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).

Precisamente, otra de las posibilidades más sonadas es la que uniría a esta última con Bancaja, en la fusión de la que sería la gran entidad de ahorros valenciana, pero por ahora parece aparcada. Razón: el coste político que implica es demasiado elevado -debido a las reticencias de la sociedad alicantina- y ningún dirigente está dispuesto a asumirlo.

Otra de las posibilidades se encuentra en Castilla y León. La idea, en este caso, es juntar a las dos grandes de la región: Caja Duero y Caja España. Ambas han asegurado que, hasta el momento, no hay nada de nada, pero ya se verá. Y es que Caja España tiene uno de los índices de morosidad más altos del mercado y, antes o después, tendrá que tomar alguna medida.

Aunque hay más ejemplos, otra de las opciones más plausibles -sobre todo por la evidente influencia política que sostienen- es la unión de las cajas andaluzas. Dicen que Manuel Chaves, presidente de Andalucía, tiene el sueño de aunar Cajasur, Cajasol, Unicaja, Caja Granada y Caja de Ahorros provincial de Córdoba. Además, no hay que olvidar que es una Comunidad que ya ha vivido numerosos procesos de fusión. No en vano, entre 1989 y 1995, las cajas andaluzas pasaron de 14 a 6. Vaya, que saben lo que tienen entre manos.

¿Importa el tamaño?

Y no son los únicos ejemplos que hay ‘sobre el tapete’. De ahí, la excepcionalidad de la actitud que mantiene el presidente de Caixanova. Pero quizá no anda tan errático. El propio presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), la patronal del sector, Juan Ramón Quintás, manifestó recientemente que «el tamaño que puedan traer las fusiones no es determinante ante la actual situación. Esta crisis no es de tamaño y, si no, sólo hay que ver cómo han caído auténticos monstruos en EEUU. ¿Quién lo iba a decir hace sólo unos meses?», se preguntó Quintás.

Lo que ese seguro es que esta crisis va a ser un proceso de selección natural inequívoco: las entidades que sobrevivan serán aquellas que hayan hecho los deberes, las que hayan acertado con el modelo de gestión -especialmente en lo concerniente a los riesgos- y las que, en definitiva, tendrán razón. Sea el modelo que defienden Quintás y Fernández Gayoso, o bien, por el que apuestan los defensores de las fusiones.

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2 responses to “Caixanova prefiere la independencia en plena ‘fiebre’ por poner fusiones en marcha

  1. «Es irremediable… no podemos controlarnos!!!
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