¿Cuándo merece la pena pedirle dinero al banco y cuándo buscar otras vías de financiación?

Cuando se necesita buscar financiación para cualquier tipo de necesidad, bien un imprevisto, cambiar de coche, etc., es importante valorar que tipo de préstamo vas a solicitar. No todos son iguales.

Aunque tradicionalmente acudimos a los préstamos de los bancos, lo cierto es que la financiación alternativa ha ido abriéndose un hueco. Pero, no es la más adecuada para todos. Por ello, siempre conviene elegir a fondo cuales son los productos que mejor se van a adaptar a lo que necesitas.

Vamos a repasar algunos conceptos básicos en este sentido y las herramientas que vamos a poder utilizar de una u otra manera.

¿Pero qué es la financiación alternativa?

No existe un único método de financiación alternativa, de hecho, podríamos hablar de métodos tan diferentes entre sí como:

  • Los préstamos rápidos
  • Los préstamos entre particulares
  • Los préstamos colaborativos

Desechando los préstamos entre particulares, ya que merecen un trato aparte y, no quedarían regalados dentro del sistema financiero como tal, aunque no dejan de ser una operación financiera, nos centraremos en las otras dos herramientas.

Los préstamos rápidos

Son una herramienta creciente en los últimos años. Proporcionan financiación rápida, generalmente a través de Internet, para cantidades de dinero bajas o medias, y no poseen los filtros tan duros como la banca tradicional.

Las principales ventajas podrían ser:

  • Velocidad en el trámite la solicitud y respuesta
  • Menos filtros a la hora de solicitar el préstamo, pudiendo acceder incluso con Asnef
  • Rapidez a la hora de acreditar el dinero en la cuenta del solicitante

Los principales inconvenientes serían:

  • Intereses muy elevados que en algunos casos pueden rozar la usura
  • Herramienta que, mal utilizada, puede conducir al usuario al sobreendeudamiento
  • Una parte importante de las plataformas prestamistas no son entidades reguladas

Los préstamos colaborativos

Este es un modelo totalmente diferente al anterior, aunque conectado por el uso de Internet. Se trata de plataformas a través de los cuales, presentando proyectos concretos, se puede solicitar financiación en la que participan personas, que, a su vez, ejercen de inversores y obtienen una rentabilidad (el interés que se paga por la financiación obtenida)

Las principales ventajas de este modelo serían:

  • Obtener mejores intereses (tanto para quien busca financiación como para quien busca inversión)
  • Posibilidades de financiación no sólo para pequeñas cantidades
  • Operativas sencillas en la gestión de los procesos

Los principales inconvenientes de esta fórmula serían:

  • Generalmente se orientan más a perfiles de proyectos empresariales y no a préstamos personales
  • No es sencilla la gestión en busca de financiación personal (de hecho, hay plataformas que no lo permiten)
  • Requiere un conocimiento del medio (internet) y de las nuevas tecnologías

Qué elegir

La banca tradicional ofrece, aunque con mayor dureza en los filtros, generalmente unos intereses medios mejores que los préstamos rápidos, y mejor acceso a los préstamos personales que la financiación colaborativa.

Sin embargo, como ocurre cada vez más en las finanzas personales, lo importante es tener en cuenta lo que realmente necesitamos. 

Por ejemplo, para una financiación rápida, de tan solo unos días y una cantidad baja de dinero que estamos seguros podemos devolver el tiempo, un préstamo rápido a través de Internet puede ser una buena solución. O, por ejemplo, si tratamos de financiar un proyecto de pequeña o mediana empresa y buscamos una financiación alternativa la de los bancos, a través de los préstamos colaborativos podemos obtener mejores intereses para de esta financiación, y dependiendo del proyecto obtener incluso más apoyo financiero del esperado.

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